Desplazamiento a LUBRIN

Melilleando en Lubrin


La Casa de Melilla en Almería, celebró el sábado día 26, una nueva edición de su ya clásica actividad, “Conozcamos Nuestros Pueblos”.

El destino elegido para esta ocasión fue la población de Lubrin, situada a unos setenta kilómetros de la capital almeriense, en las estribaciones de la Sierra de los Filabres encontrándose a caballo del “Desierto de Tabernas”, el “Levante almeriense” y la “Comarca del Mármol”.

Lubrin es un municipio de unos 135 km2, y de unos 1.100 habitantes, distribuidos entre su núcleo principal y las más de treinta pedanías que conforman el término municipal.

El día se inició para los viajeros a las ocho de la mañana, hora en la que subieron al autobús en el Zapillo almeriense. Algo más de media hora de viaje y la primera parada, para el desayuno, en la población de Tabernas. De nuevo al autobús y, después de algo más de otra media hora de viaje, se llega al destino.

En la entrada de la población, el grupo era esperado por la responsable de Turismo de su Ayuntamiento, quien ya no se separaría de ellos en toda la visita.

Y lo primero fue callejeando, llegar al Ayuntamiento, donde a pie de calle, les esperaba el Alcalde, Domingo Ramos.

El primer edil dio la bienvenida oficial a los melillenses en el Salón de Plenos, haciendo entrega a cada uno de ellos de unos obsequios sobre la población y a la Casa, en la persona de su presidenta, Lola Ruiz, un artístico plato de cerámica que engrosará las obras del Museo de la Casa de Melilla.

Lola Ruiz, la presidenta dío la réplica al alcalde agradeciéndolo la acogida recibida, así como por el programa diseñado por Turismo para la visita, haciéndole entrega de un ejemplar del magnífico libro “Melilla Viva”. Lola, también, invitó al alcalde a visitar la sede de la Casa, en el Paseo Marítimo almeriense, invitación que el alcalde aceptó.

Finalizada esta visita protocolaria, el grupo se subió de nuevo al autobús, para recorrer unos escasos cuatro kilómetros que separan el Polígono Industrial de la población.

En este Polígono, la primera visita fue para una fábrica de miel, donde su responsable les informó de todo el proceso de elaboración de este producto, que los melillenses pudieron degustar y comprar.

A continuación, el grupo fue a la cercana almazara, donde igualmente su gerente les informó de toda la elaboración del producto desde que reciben las aceitunas, hasta que el preciado líquido sale embotellado. Igualmente se probó el aceite y se compraron gran cantidad de este producto con gran fama, por su calidad.

Posteriormente y también dentro del mismo Polígono Industrial, los melillenses fueron a un Matadero, en el que, también su gerente, les informó de todo el proceso de elaboración, Este matadero está especializado en el ganado ovino y caprino.

Ya al filo de las doce del mediodía, el grupo volvió nuevamente al casco urbano para, siempre acompañado de su guía, la joven Ana, recorrer las calles del pueblo, observando algunas Casas Señoriales, con su escudo heráldico en la fachada y visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad., templo del siglo XIX.

Y ya, cuando el sofocante calor y el hambre apretaba, todos al restaurante El Molino, donde su propietaria Juana, ya tenía preparada la rica y abundante comida, regada con buen caldo de la zona.

Acabada la comida y, después de unos minutos de sobremesa, los embajadores melillenses en Almería, se subieron al autobús para recorrer en sentido inverso los kilómetros hechos por la mañana, llegándose a la Sede de la Casa en Almería, sobre las siete y media de la tarde, con una nueva actividad realizada satisfactoriamente.

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